Después de una cena en el restaurante "Les quinze nits", que daría para un post completo y de lo que podemos extraer que sirven poca pasta y mucho picante, sonaba el despertador a las 6:30. El hotel no servía el desayuno antes de las 07:00, con lo cual no tenía sentido despertarse antes. Tendría poco tiempo para hacer la digestión (1:15 máx.), pero no tenía otra elección. Desayuné unas buenas tostadas con zumo y fruta, no había que improvisar.
Fui a la salida andando, el hotel estaba relativamente cerca. Había quedado con mi amigo Dani, el cual me acompañaría con mi mujer durante el recorrido en algunos puntos. Ahí tuve suficiente tiempo para calentar, hacer mis necesidades y entrar al cajón de salida con tiempo. Coincidí con Manuel, vecino y corredor del club que iba a ir en un cajón trasero, qué coincidencia siendo 18.000 en la línea de salida.
Manuel y yo (Eurosport Vila-seca Fondistes) |
En el cajón de salida estuve alrededor de 15 minutos esperando el toque de salida. Tenía en mente, después del "fracaso de Sevilla", buscar un tiempo de 3:22:30. Seguramente poca diferencia con lo que me había marcado en Sevilla y que no había salido bien, seguramente no estaba preparado para ello, pero teniendo una marca de 3:27:50, a no ser que no lo viese claro, no quería un objetivo menos ambicioso.
La salida en Barcelona es especialmente emocionante. Se tira confeti y la canción de salida (Freddy Mercury&Montserrat Caballé: Barcelona) te pone la piel de gallina, esperaba no dejarme llevar y salir excesivamente rápido. Los primeros 7 kms son en subida y tenía que ser conservador, quería ir cuadrado con mis tiempos de paso. Alrededor del km 5, primera parada para hacer necesidades de nuevo. Me había hidratado en exceso y perdí alrededor de 10-15 segundos, pero en una maratón eso tampoco me importaba en exceso. Pude recuperarlo en los siguientes kms.
Sobre el paso del km 10 (47:26), primera evaluación. Todo iba bien y poco a poco le iba ganando segundos al crono, si en la media maratón podía mejorar 1:30 sobre el tiempo previsto, bajar de 3:20 estaría en mis piernas. En el km 12.5 primer gel, anticipé la toma para evitar cualquier "pájara", pero tenía buenas sensaciones. A la llegada de la media maratón, en la AV. meridiana, la situación seguía siendo la misma. Buenas piernas y adelantando ya a algunos corredores, había adelantado a 125 desde el inicio (posición general 2957). Pasé por el punto en 1:39:44, de hacer la siguiente media igual o ligeramente más lento, estaría en el 3:20 deseado. Ahí me encontré con mi mujer, la cual trató de correr algunos metros conmigo, dándome muchos ánimos.
Paso por el medio maratón |
En el km 22.5 segundo gel, sin incidencias. Hasta la llegada de la AV. Diagonal (km 25) todo iba bien, pero ahí empezó a bajar el rendimiento. Subir y bajar la avenida comprende del km 25 al 30 aprox y lo pude hacer al ritmo previsto, pero las piernas empezaban a pesar y el isquiotibial a doler en exceso. Había notado cierto dolor desde el inicio, pero este se había vuelto insostenible y a partir del km 31, al dejar la Diagonal, reduje la velocidad hasta andar algunos metros para relajarme muscularmente. No tenía malas sensaciones, pero no podía correr por el dolor. Al emprender de nuevo, me daba para hacer algún km, pero tenía que volver a parar. Empezaba mi pequeño calvario que, junto a unas altas temperaturas (llegamos a 26 grados), me hizo olvidarme por completo del crono y tratar únicamente de terminar la maratón. Decidí pararme en los avituallamientos para hidratarme bien y tuve que parar también para hacer un nuevo río...estaba claro que el objetivo deseado se iba a quedar ya fuera del alcance. Dolor constante y ya poca fuerza mental para apretar. En el km 35 pasaba por 2:49:52, en el km 40 ya sabía que no habría MMP, 3:20:37. Subí los últimos dos kms por el Paral·lel con ganas ya de terminar, parándome en alguna ocasión más.
Último km con Dani |
Alrededor del km 41 ya encontré a mi mujer y a Dani. Él se añadió conmigo para hacer ese último km conjuntamente, ella se emocionaba al otro lado de la valla y también lo corría por fuera. Verle con algunas lagrimas en los ojos me dio energía suficiente para terminar esa maratón y las que hicieran falta, estaban siendo los mejores momentos de la carrera.
Crucé la meta en 3:33:14, algo mejor que en Sevilla con un circuito con mucho más desnivel y sólo tres semanas después, podía sentirme satisfecho del resultado. No había hecho la MMP deseada, pero hacer tres maratones en menos de dos meses hace inviable poder exprimirte al máximo en una de ellas y obtener un buen resultado, quizás en la primera si (Tarragona), pero para el resto no da tiempo a recuperarte bien. Sin los dolores musculares hubiese tenido altas probabilidades de bajar del 3:20, mis PPM (pulsaciones medias por minuto) fueron de 151, las más bajas de las tres maratones que he corrido este año.
Mi mujer y yo, la medalla es nuestra! |
En esta maratón he disfrutado bastante más que en la de Sevilla, he tenido a mi gente cerca de mi y he sido más realista conmigo mismo y con la carrera. He vuelto a buscar algo que por mis entrenamientos y competición es, de momento, inalcanzable, pero con un buen descanso y una buena preparación tendré, sin duda, una buena marca. Y aunque mejorar las marcas es algo que para los runners nos satisface, disfrutar de la carrera lo es aún más, y en Barcelona me lo he pasado genial. Mucho público, mucho más de las expectativas que tenía creadas. El mejor recorrido de todos los que he hecho, siempre calles con gente y ningún tramo desangelado. El Camp Nou, la Sagrada Familia o la Torre Agbar, entre otros sitios, son puntos muy especiales. Ya dijé que a Sevilla volvería, pero Barcelona es probable que ocupe un puesto fijo en mi calendario cada año.